Ahora que vivimos en la era de la globalización y la competitividad es la prueba constante de toda empresa que pretenda sobrevivir, en el mercado de las telecomunicaciones el nivel de agresividad comercial parece ir emparejado con el de incompetencia. En vez de competitividad, sería más apropiado hablar de incompetitividad.
Quiero tener teléfono en el piso de alquiler, con tarifa plana de llamadas nacionales, e Internet 24h con ADSL. Como es un alquieler de temporada y no sé cuántos meses estaré, no me interesa pagar cuotas de altas desproporcionadas, ni contratar servicios con una permanencia mínima de más de 6 meses.
Primero probé con Supercable. El alta es gratuita, pero la permanencia mínima son 18 meses, y la supuesta tarifa plana 24h es en realidad un bono con un máximo de 1000 minutos al mes, que haciendo las cuentas salen a unas 16 horas y media. Que pase el siguiente.
Timofónica. El alta de la línea (sin instalación interior -que ya tiene el piso- ni teléfono -que ya tengo yo-) son unos 90€. Llamé el jueves por la tarde y el viernes por la mañana me lo dejó el técnico funcionando. Qué maravilla de eficiencia. En menos de 24 horas ya tengo teléfono... y en menos tres días me lo han vuelto a quitar. Ayer por la tarde me di cuenta de que el teléfono estaba muerto y no tenía línea, ni en la roseta, ni en el PTR. Si alguien intenta llamar al número le sale el mensaje estándar de "Telefónica le desinforma: actualmente no hay ninguna línea en servicio con ese número". En averías me han presionado para que compruebe primero si falla con otro teléfono (que no tengo), con la amenaza de que si finalmente viene el técnico y es del teléfono, me cobran la incidencia. Teniendo en cuenta que actualmente ni siquiera se puede llamar al número, eso se llama despejar balones con los puños.
Contratar un servicio de ADSL + llamadas tampoco es fácil. Casi toda las ofertas exigen un año de permanencia. El caso de Ya.com es surreal: tengo el servicio de 2 MBbps + llamadas en el número de Torremolinos, y quiero pasarl a una modalidad más económica, 512 kbps van sobrados para el poco uso que le dará mi hermana. Pues no se puede cambiar hacia atrás, hay que hacer una baja completa y el alta nueva, con todos sus correspondientes plazos y sus previsibles retrasos.
Pero se que además tampoco me puedo llevar el servicio a la nueva línea en Sevilla. Y siendo ya cliente, teniendo ya el router y habiendo superado sobradamente el año exigido, me tratan como un cliente nuevo y tengo que hacer una contratación nueva. No hay flexibilidad de ninguna clase, te mandan el router aunque no lo quieras, y lo pagas con su correspondiente permanencia de 1 año. Esto, además de ridículo, es ilegal. En esta página oficial lo dejan clarito. No se puede obligar a un periodo de permanencia, ni penalizar por la baja anticipada. Sólo estás obligado a avisar con 15 días de antelación sobre la fecha de facturación. Pero todo esto a las chicas del Call Center les da igual: "No le digo yo que no puediera usted tener razón, pero esto es lo que hay. Lo toma, o lo deja".
Pues lo dejo. Finalmente me decido por Wanadoo, la única que en este momento no tiene compromiso de permaniencia. Ya había ído hablar pestes del servicio de Wanadoo. Me temo que voy camino de convertirme en un testimonio más. En el primer paso, el alta, me estrello contra otro muro de incompetencia. Llamé al 1414 y después de contarles mi vida y dejarles todos los datos, me cuentan una historieta de que por un problema técnico no me pueden pasar con altas, y que ya me llamarán. ¿Que me tienen que pasar con qué para hacer el alta? ¿No es eso lo que habíamos estado haciendo? Imagino que se han limitado a hacer el alta administrativa (léase facturación), y la solicitud de alta operativa ya se verá.
Por supuesto no me han llamado. El teléfono de soporte es un sistema de voz automático que después de marearme un rato no encuentra mi solicitud y me pasa con un operador. El operador me marea otro rato porque "en estos momentos" tienen una incidencia en el sistema informático y no pueden consultar mis datos. Alucino, las operadoras no tienen incidencias en sistema. Viven en un estado permanente de incidencia. Además de que tienes que tragar con un call center operado por chicas extranjeras sin cualificación a las que les pagan cuatro perras por dar la cara por los fallos de otros, dependen completamente de un sistema que sólo funciona en las noches de plenilunio cuando hay conjunción de planetas alineados con el servidor. Finalmente no pudo encontrar mi solicitud (sólo unos datos antiguos de una tarifa plana que tuve contratada hace tiempo), y me propone como única "solución" que llame de nuevo al 1414 y vuelva a solicitar el alta. Vuelta a empezar. Seguro que mi número de cuenta corriente no se les ha olvidado, y dentro de unos días me encuentre con un recibo a cambio de... hacerme perder el tiempo.
Como las desgracias nunca vienen solas, hoy me cambian de sitio en el trabajo. Me mandan a una cueva con cubículos (estilo call-center) donde trabajan un montón de negr subcontratados de una empresa externa, con los que tengo que colaborar. Allí, además de no tener espacio, tampoco tendré teléfono.
Así que en estas estamos: sin teléfono en casa, con un número desconocido por la propia Telefónica, y habiendo contratado un servicio de ADSL+voz del que la operadora luego dice no saber nada, y a punto de perder también mi teléfono en el trabajo. Imagino que esta tarde se esfumará mágicamente el saldo del móvil y así la incomunicación será completa.
¿Alguien puede ofrecer más incompetencia? Estoy seguro de que en pocos días voy a averiguarlo... En fin, hoy es uno de esos días en es que mejor poner buena cara al mal tiempo, porque parece que Dios se ha quedado dormido (y el diablo, ya se sabe, nunca duerme).
P.S. Apunten esta dirección: Oficina de Atención al Usuario de las Telecomunicaciones. Es una web oficial del Ministario de Industria, Turismo y Comercio. Entre otras cosas tiene una serie de FAQs respondiendo las dudas más habituales. Está bien enterarse de que tenemos más derechos de los que pensamos. También tienen un teléfono de consultas: 901 33 66 99.