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Haddharamma

Atrapado en Sevilla

El lunes tenía una difícil disyuntiva: volverme a Málaga tras salir del trabajo, para pasar un día, y volverme a Sevilla el martes por la noche, o quedarme en Sevilla. Me decidí a quedarme porque tenía tres pisos para ver por la tarde. Al final no pude ver ninguno de los tres: uno ya estaba alquilado, otro todavía no lo habían desocupado, y el tercero le venía mal a la dueña toda la semana. Bien, ¿entonces para qué leches ponen un anuncio?

Al final me quedé con el día tonto en Sevilla, y dejando a Inma solita en Málaga. Eso sí, he de decir que la familia que me está alojando fueron de lo más acogedores y me sacaron de paseo.

Por la noche entré a un cyber, por primera vez (chispas) a mis trentaicinco añitos. A un leuro la media hora me dio tiempo a leer algunas bitácoras desde bloglines, contestar un correo y poco más. La experiencia de inmersión en un entorno niñatizado sobrecoge si no estás acostumbrado (y yo no lo estoy). Ahora comprendo la expresión "miedo escénico". Tenía detrás un montón de adolescentes en plena ebullición de testosterona jugando a uno de estos mata-mata en red. "¡Illlo, illo, illo, protégeme! - Déalo que es mío - Todos a por ése - ¡Toma, toma, aaaaaaah, gilipollas! - Nuuuuuve - ¡Diego, cabrón!". Andaba por allí un snob trajeado de blanco que en realidad no era más que un niñato con un cuerpazo enorme y un cerebro pequeño.

A mi derecha había dos niñas apenas entrando en la pubertad chateando con algún niñato, que tal vez en realidad fuera un cincuentón casado con tres niñas y con oscuras aficiones cibernéticas, de ésas que tienen 7 años de cárcel. La que tecleaba parecía insegura, la otra la jaleaba constantemente: "dile que sí", y se peleaban constantemente por el teclado para controlar las respuestas. La mayoría de los padres no tienen ni idea de cómo se divierten sus hij@s (claro que muchas madres tampoco saben cómo se divierten sus mariditos...).

Lo que más triste me resultó fue una señora chateando (por la espalda no pude averiguar la edad, pero las anchuras indicaban madurez y/o dejadez) que había traído a su hijo (probablemente no tenía con quién dejarlo). El niño estaba absolutamente aburrido y no paraba de chillar y llorar a barracadas reclamando la atención de su indiferente madre (lo cual resultaba insufrible para el resto de la sala). La madre, probablemente soltera o separada, estaría intentando encontrar algo de calor y compañía en la conversación con un desconocido sobre el que proyectar todas sus fantasías románticas. El niño estaba harto de mirar durante tanto rato unas pantallas en las que no salían dibujos ni películas. Me compadecí de ambos, cada uno tenía que cargar con el otro.

En fin, ciudad nueva, experiencias nuevas. Tengo más que contar... :)

2 comentarios

Haddhar -

He observado que en Bloglines han aparecido las 5 últimas entradas de golpe. Supongo que el RSS de blogia no se actualizaba. Debe de ser un bug, o mejor: una nueva \"característica del producto\", que diría Micro$oft.
Gracias por las enhorabuenas. Por cierto, esta tarde bajo a Malaga... :)

Dr. Pepix -

Lo primero, enhorabuena por la plaza, el piso, los gatos y todo
aquello que consigas cuando el comentario quede publicado. Y digo esto
porque por algún extraño motivo, no he recibido actualización del RSS
de tu blog estos días :?

Pues eso, que sigo a trompicones pero con interés tus andanzas y desde
aquí te deseamos parabienes y venturas. Y que os vayan bien las
cosas, que la distancia es \"mu joía\" a veces (por emplear vocablos del
lugar).

Lo del ciber (chispas), escalofriante.