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Reseñas y recomendaciones

La Novia Cadáver

La Novia Cadáver El lunes Inma y yo recuperamos un rito que teníamos abandonado desde que empezó la aventura sevillana: ir al cine. Fuimos al multicines del CC Los Arcos, que es un centro como cualquier otro, aunque dicen que tiene la solera de haber sido uno de los primeros en Andalucía, el que abrió el camino para los demás.

Y fuimos a ver La Novia Cadáver, el último capricho de Tim Burton al que le teníamos muchas ganas. Un delicatessen visual, un cuento gótico con elementos de Poe, una puesta en escena expresionista, un pequeño joyero de esencias privadas, una chiquillada de un niño grande, una propuesta contracorriente.

Me confieso cada vez más fan de Burton, sobre todo de sus proyectos más personales, y la película me ha encantado. Me seduce la estética y las historias góticas. Reconozco que si me dan una buena película gótica me vuelvo un público fácil y puedo perdonar otras carencias. Tal vez la película pueda aburrir a otros, sobre todo por el desarrollo disneyficado de la historia, concesión a la comercialidad obligada por la financiación de los estudios.

Pero lo que no me podrán negar que resulta impresionante es la perfección técnica de la animación realizada con técnicas completamente tradicionales, con muñecos de silicona artículados con esqueleto metálico, filmados paso a paso sobre decorados reales en miniatura. De hecho la animación resultaba un proceso tan lento y minucioso, que no usaron cámaras de cine (stop-motion), sino cámaras fotográficas digitales (Canon EOS-1D Mark II montando lentes Nikon ¡?). Tim Burton se empeña en ir contracorriente no sólo en el estilo personal, sino también en el proceso, alcanzando cumbres de perfección con técnicas tradicionales en la era de la saturación digital, cuando hubiera sido más fácil (y probablemente barato) haberlo resuelto mediante animación por ordenador.

Aprovecho para recuperar la tradición de mi recomendación del mes. No me faltéis.

P.S. Ah, y no se pierdan la banda sonora en clave romántica de Danny Elfman.

La sensación

La sensación de la semana en la blogosfera, además de las revueltas en Francias, está siendo el estreno de Cuatro TV. No he visto mucho y tampoco quiero hacer un análisis completo. En general parece más de lo mismo con un lavado de cara.

Pero hay un par de cosas que me han sorprendido gratamente: ayer a las 7:30 de la mañana echaban "La Batalla de los Planetas", y he leído en alguna otra bitácora que también van a reponer "Parker Lewis nunca pierde".

Pues eso que ganamos.

Ninette y un señor oscarizado

Ninette y un señor oscarizado Anoche fuimos a ver Ninette, la última de Garci. Es un homenaje personal a Miguel Mihura, desaparecido este año. Esta versión se separa de las anteriores adaptaciones para cine (1965, con Fernando Fernán Gómez y Rosenda Monteros) y televisión (1984, con Juanjo Menéndez y Victoria Vera), reuniendo en una película las obras "Ninette y un señor de Murcia" y su continuación "Ninette, modas de París". Pero claro, un poco resumidas para que quepan en dos horas.

Elsa Pataki está correcta en la actuación -maravillas de la dirección de Garci-. El papel fundamental de Ninette es el de lolita seductora, y eso a Elsa se le da muy bien. Carlos Hipólito está a la altura -o sea, correcto-. Los que más brillan son los secundarios, los padres (Beatriz Carvajal y Fernando Delgado), que van de muy rojos y muy liberales pero en el fondo son más ibéricos y castizos que nadie, y el amigo cenizo que va amargado por la vida.

Lo que no me ha convencido de la película es que Garci me ha convertido una fina comedia de seducción y enredo en una excusa para volver al destape ochentero y el baboseo del landismo, con alguna escena que podría haber firmado Ozores. Elsa Pataki se pasa más tiempo desnuda que vestida (aunque hay que reconocer que se desenvuelve con gran naturalidad). Desde luego es todo un homenaje a su físico -en el que Garci se recrea largo y tendido- y un monumento cinematográfico para sus fans -entre quienes no me cuento-.

Podría disculparse por la necesidad de resumir la historia y condensar la seducción yendo directamente al tomate, para tener tiempo de contar las dos obras. Pero desnudarme a la Pataki en la primera escena que tiene en pantalla es poner el postre de primer (y segundo y tercer) plato. La seducción es un juego de sutilezas e insinuaciones, no de destape trasnochado.

Aunque hay que reconocer que no todo es piel: Elsa sabe encarnar bien la dulzura, candidez, gracia, elegancia, inteligencia y artes de manipulación de Ninette. La niña sabe seducir.

Ah, se me olvidaba lo mejor: no se pierdan la música de los títulos finales. Por cierto, ¿alguien conoce el título?

En fin, una comedia entretenida, desde luego ninguna una obra maestra, ni tampoco para llevarla a los Óscar. Pero una vez más me repito en mi argumento último: intenten encontrar más interesante en la cartelera...

El marido de la peluquera

El marido de la peluquera Sensualidad. Feminidad. Gracia. Belleza. Drama. Mathilde.

Sensibilidad. Perseverancia. Fiedlidad. Optimismo. Antoine.

Mi recomendación quincenal del canal eMule: Le mari de la coiffeuse

P.S. Sí, hasta le hizo una canción Pedro Guerra.

Gran Antología de la Caspa: Barbarella

Gran Antología de la Caspa: Barbarella Cruce de destape sin complejos y fantasía disfrazada de ciencia ficción. Viajes interestelares a través de flujos cósmicos. Psicodelia desatada e ingenuidad hippy. Viva el amor libre. ¿Quién dijo que los ángeles no tienen sexo?; lo que no tienen es vergüenza. Una heroína muy liberal. Un villano que intenta matarla a base de placer. Una villana lesbiana. Lo más terrorífico, los niños.

Obra maestra del Camp, homenaje personal a la figura (en todos los sentidos) de Jane Fonda. Y sobre todo kitsch. MUY kitsch. Caspa con bouquet. Impagable.

Ella es Barbarella Psicodella.

No puede faltar en su videoteca. O en su emuleteca.

Gran Antología de la Caspa: Clásicos de la EC

Gran Antología de la Caspa: Clásicos de la EC Planeta DeAgostini acaba de inaugurar la serie Biblioteca Grandes del Cómic con los dos primeros volúmenes de Clásicos del Terror. La serie es una reedición en volúmenes anuales de los cómic que EC (Entertainment Comic) publicó bajo los títulos sucesivos "Crypt of Terror", "Haunt of Fear", "Tales from the Crypt" y "Vault of Horror", hasta que los prejuicios puritanos de la inquisición de MacCarthy obligaron a cerrarla.

Biblioteca Grandes del Cómic también comprende otras tres series: "Clásicos de la Ciencia Ficción" (estoy deseando echarle la zarpa), junto con "Clásicos Bélicos" y "Clásicos del Suspense", que no me interesan. Sospecho que se van a editar como una sóla colección, lo cual descarta la subscripción. Me temo que tendré que ir cazándolos uno por uno en el quiosco.

Tales from the Crypt es el terror fantástico al más puro estilo cincuentero. Su gancho eran las SuspenStories sobre ciudadanos corrientes de su tiempo (con los que se identifica perfectamente el lector), que -generalmente sin buscarlo- se ven enredados en situaciones terroríficas que acaban estupendamente mal. El otro ingrediente mágico eran las ilutraciones, que no ahorraban nada del gore que la primitiva impresión en color de entonces podía mostrar.

Ésta es la genuina fuente original de la que han bebido tantas obras posteriores de cómic y cine. Además de influenciar buena parte del terror-fantástico producido con posterioridad, ha tenido muchas secuelas y homenajes directos. En cómic recogió su testigo Creepy (1965-1984). En cine tiene muchos homenajes directos: Tales from the Crypt (1972), The Vault of Horror (1973), Creepshow (1982), y Creepshow 2 (1987). En televisión su mayor homenaje es la serie homónima Tales from the Crypt (1989-1996), cada capítulo es una recreación de una historia del cómic original. También la serie Amazing Stories le debe mucho, aunque se inspira principlamente en otro clásico: The Twilight Zone.

Clásicos del Terror. Recomendadación de la semana. Por sólo dos leuros, incluso aunque sólo sea para goler, no te pierdas estas dos joyitas.

Anda, tonta, si te va a gustar...

No sos vos, soy yo

No sos vos, soy yo Frase al uso en Argentina, que traducido al castellano viene a decir: "Olvídame. Me cansé de ti". Y que curiosamente no se pronuncia en toda la película.

Una tragicomedia inteligente sobre la pareja, el desamor, la ternura y la soledad. Y además salen unas mascotas muy monas.

No es el tema más original, pero tampoco tiene grandes pretensiones. Para pasar un rato entretenido con los problemas de otros sin tener que consumir cine rápido prefabricado en Hollywood. Actuación impecable del protagonista (Diego Peretti), que prácticamente no sale de la pantalla en toda la película.

Menú recomendado de la semana. Imprescindible ir acompañado de la novia/pareja.

P.S. Ah, se me olvidaba: estupendo el secundario de Marcos Mundstock. El mismo, el de Les Luthiers.

Tapas

Tapas La semana pasada hablábamos de Alien Vs. Predator. Esta semana toca hablar de cine.

Tapas. Crónica de unas vidas en un barrio obrero cualquiera de cualquier ciudad, contada con crudeza, humor y ternura.

Maravillosa dirección de actores, sobre todo ellas: Elvira Mínguez y María Galiana, que tiene toda mi admiración.

Cine.

Imprescindible. Mi recomendación del mes. Ya tenéis deberes para el fin de semana.

Alien Vs. Predator

Acabo de terminar de verla en el -ejem- Canal eMule.

- Valiente kagarro -

Menos mal que no fui a verla al cine. Los 5 leuros mejor ahorrados del año pasado.

Tened mucho cuidado, porque merodea por ahí en DVD. No sea que se cuele accidentalmente en vuestro carrito de la compra.

La Venganza de los Sith

La Venganza de los Sith Aviso: si aun no has visto la película no continues leyendo esta entrada: destripa toda la trama.
Aviso2: Esta vez NO voy a ser breve... Disculpen las molestias... o continuen hasta la próxima bitácora. 8^)

Vale, soy un fan (aunque no incondicional) de la saga de Star Wars. Bueno, a diferencia de la mayoría no me deprime la nueva saga. Cierto, el Episodio I sólo me entretuvo, y el segundo sólo me agradó. Lo admito: le tengo cariño a la saga y la critico con el corazón y no con la cabeza.

La semana pasada por fin se estrenó por aquí el Episodio III (curiosamente justo después de mi examen). Inma me llevó a verla a la sala grande del Yelmo Plasta Mayor (los frikis tenemos que ir acompañados de un adulto, como los niños). Sé que ahora alguno va a vomitar, pero tengo que soltarlo: me ha encantado. Es más, me ha emocionado. He disfrutado casi como un niño. Bueno, probablemente más que un niño de ahora, que están de hartos y aburridos de todo.

Bien, no es ninguna obra maestra, desde luego. No va a reinventar el cine, ni siquiera la saga. De acuerdo, la actuación está entre correcta y floja, y Hayden Christensen no termina de convencer. Pero para mi gusto el episodio remata muy bien la primera trilogía, y enlaza redondamente con la segunda.

He leído muchas (todas) críticas últimamente. Una vez más tengo que recordar a los detractores algo que parecen olvidar por completo en sus sentencias: señores, esto es Star Wars; no es 2001, ni Star Trek, ni Blade Runner, ni siquiera Alien. *NO* es ciencia ficción, no pretende ser profundo, ni pretende reinventar el cine, ni revolucionar la narrativa. Esto es... Star Wars. No tiene porqué gustarles, pero tampoco es justo que le exijan lo que nunca se propuso ofrecer, y que les defraude porque no lo encontraron aquí.

Esto es una fantasía épica espacial (o dicho más breve y con más pegada: "Space Opera"). Si quieren referencias con las que hacer comparaciones habría que pensar más bien en Flash Gordon o Indiana Jones. Es entretenimiento barato (en el sentido de las intenciones, no del presupuesto). Los malos son siempre despiadados y los buenos buenísimos (con la interesante excepción de la dualidad Anakin/Darth Vader, que precisamente es lo que le da la pimienta a la saga), los héroes derrochan valor, los enemigos siempre fallan el tiro -por poco-, la sabiduría de los maestros es infalible, las heroinas son las más guapas (dejando aparte los peinados, y en particular el infame modelo "Twin Ensaimadas") y los alienígenas feísimos. Nada más ver entrar un personaje en la pantalla ya sabes si es el que va a morir o el que va a vencer en los siguientes 10 segundos. Muchos personajes tienen la profundidad de la película fotográfica donde existen (que es bastante menos de 1mm).

Pero es que la saga original también fue siempre así. Y si entonces nos enamoró fue porque la vimos con ojos y corazón de niño, y porque no le exigimos más de lo que ofrecía. ¿Os habéis parado a examinar críticamente la saga original? Por ejemplo: los alienígenas de plástico de la cantina, o la actuación de Mark Hamill [Luke], o el empalago blandengue infantiloide de los Ewoks, o los efectos especiales que entonces nos parecían más reales que la propia realidad.

En esta saga no podíamos esperar que nos sorprendieran de nuevo con lo mismo. Primero porque ya no tenemos -10 años. Segundo porque desde entonces la fórmula se ha imitado (generalmente con nulo acierto en las copias, y con variopintos resultados en las variaciones), y por tanto también se ha gastado por el uso. Tampoco nos puede sorprender su efectismo visual y su puesta en escena. En las últimas décadas la industria de Hollywood, falta de talento creativo, en vez de llenar las películas con buenas historias ha rellenado el vacío con buenos efectos especiales. Todo está inventado ya, al menos en este menú de tres platos.

Lucas intentó hacer algo distinto con los primeros episodios (sobre todo con el primero). Intentó empezar con el prólogo de una historia que parte de una época distinta, valiéndose de personajes, entorno estética y argumentos deliberadamente más elegantes e ingenuos. Soy el primero en admitir que no le salió bien la receta, le quedó destartalada: intentar combinar en un solo plato un potaje alimenticio con un pastel empalagoso es garantía de acabar haciendo una bazofia incomible. Ni como plato prinicipal, ni como postre. Lo que debía ser el nacimiento de un romance y el sentimiento desarraigo (por la pérdida de la madre), se quedó en un pastiche blandengue y semisentimentaloide, engendro entre culebrón venezolano y película de aventuras al peso de las de una tarde de domingo en Telecinco. Lo que debía ser un toque cómico con que desdramatizar los momentos de tensión y acción, se pasó muy de largo y mataba todos los clímax (el odioso Jar Jar Binks; es imperdonable que en vez de haber muerto cruelmente en los primeros 5 minutos del episodio II, como exigía el clamor popular, sea uno de los pocos que se salve de la escabechina). Las tramas de juegos oscuros de intereses, cobardías y miedos, valor e ingenuidad siguen siendo demasiado planas y previsibles, y Lucas tira de recursos fáciles como no mostrarte los personajes o hechos clave hasta el final, para guardarse alguna sorpresa con que maniobrar la trama, como por ejemplo la aparición el Conde Dooku al final del episodio II.

Pero también hay que comprender las intenciones de Lucas. Me parecen injustas la críticas "vaya mierda, yo esperaba otra cosa". Bueno, tal vez esta no sea la película de tu vida; es la de Lucas. Igual que la trilogía original. Lucas cuenta la historia de cómo por la codicia y astucia de unas (pocas) personas, una época elegante e ingenua de guante blanco, en la que los problemas se arreglan hablando, va precipitándose hacia tiempos oscuros y sucios en los que sólo sobreviven los más fuertes. Me hubiera defraudado mucho más que La Amenaza Fantasma fuera un remix de Una Nueva Esperanza (ep.IV) pasado por el tamiz de la tecnología punta visual, que el intento (aun fracasado) de contar una historia diferente que pretende marcar un: "De aquí venimos, pasa esto y entonces es cuando empieza a arrancar nuestra historia".

Bueno, ahora que he contextualizado demasiado suficientemente, vamos al bollo: el episodio III. Me han gustado mucho como va enlazando con la siguiente trilogía (cronológicamente posterior, pero realizada hace 25 años). Tanto los guiños (la música, la estética tecnológica -sobre todo de las naves-, R2 sacándolos de apuros cada dos por tres, los combates sentenciados con un corte de extremidades, "tengo un mal presentimiento"...) como la evolución de los personajes: Yoda y Kenobi que se van dando cuenta de que es el fin de la era de los Jedis, Anakin en su viaje personal hacia el lado oscuro, Amidala que va dándose cuenta de que ama con locura a medio hombre y odia visceralmente al otro medio, el ascenso de Palpatine hacia el poder absoluto...

La actuación, correcta: bien Ewan McGregor, Yoda convincente, correctos los demás en general, flojo Hayden y en algunos momentos también Ian McDiarmid (Palpatine). Hay que decir que algunos (en particular Anakin y Palpatine) están bastante más creíbles en versión original y han perdido bastante con el doblaje. Las actuaciones son sobrias y contenidas. Como a mí me gustan. Hay quien prefiere las actuaciones más enfáticas, pero entonces a mí me habría parecido sobreactuación. Como en las demás artes, también aquí hay gustos... y escuelas...

En cualquier caso Lucas no es un director de actores, qué le vamos a hacer. Pero tampoco lo era en la primera saga. Harrison Ford se acabó hartando de los diálogos forzados y del autismo de Lucas dirigiendo. Tanto que después de El Imperio Contraataca no le apetecía continuar en la saga y le sugirió que matara al personaje al principio del siguiente episodio. Así la saga podría tener un climax inesperado al principio del episodio con que sacudir a los espectadores, y por otra parte Harrison habría quedado libre para dedicarse en pleno a la saga de Indiana Jones, por la que tenía bastante más interés y consideración. Harrison llego a decir (y con toda la razón): "George," [Lucas, no Bush] "tú puedes escribir esta mierda, pero no hay quien la diga". Los personajes de SW son de cartón piedra y los diálogos son de garrafón. Maravillosos, ¿verdad? Ahí estuvo siempre su encanto.

Los efectos visuales y las batallas espaciales: impresionantes. Es tal el detallismo barroco que es imposible absorber todos los detalles logra dejarte con la sensación de que la batalla es verdaderamente descomunal. Las luchas con espadas, muy bien coreografiadas (un pelín sosa la de Yoda con Palpatine; por cierto, diseñada por Spielberg). El montaje de la escena clímax (el nacimiento de Luke y Leia... y de Vader) me pareció lírico. La historia se desarrolla bien, aunque los elementos principales de la trama son más que predecibles (especialmente para los que hemos seguido la saga en buena parte de su espectro: libros, comic, rol...). Inma me hizo un buen apunte: tiene toda la estructura de una gran tragedia clásica griega. Incluyendo el final trágico, claro, pero también con un sentido dual: el final deja por igual tinieblas (el encumbramiento del Emperador, Vader) y esperanza (Luke y Leia, la supervivencia de Yoda y Kenobi).

No todo me gustó, claro. Además del robótico doblaje de algunos personajes protagonistas (y no me refiero a los droides, precisamente), quizá perdía demasiado ritmo en el centro de la película, y los fondos y escenarios limpios (habitaciones, interiores de naves) son tan limpios que canta demasiado que son sintéticos. La trama con que Palpatine va seduciendo paulatinamente a Anakin hacia el lado oscuro resulta en algunos pasajes forzada y poco creíble, cae en unas simples trampas emocionales para idiotas. ¿Este era el talento que iba a traer el equilibrio a la fuerza, y que se acaba vendiendo por dos baratijas para críos?

En fin, después de todo este despiece, me ratifico: a mí me ha conquistado. Incluso a Inma le ha gustado. Es un plato de comida rápida que a muchos les dejará con hambre, a otros con mala digestión y a otros les parecerá insípido. Pero qué le voy a hacer: a mí me ha gustado. Me hizo pasar un buen rato, y eso que me llevo en el cuerpo.

Ah, se me olvidaba, un epílogo: quizá la emoción de la noche no fue solo la película. El Episodio anterior lo vi solito en una sala que de vacía se me hizo fría. Éste lo he visto muy bien acompañado. 8^)

A ver, los comentarios de uno en uno, por favor. Que ya siento el hormigueo de los dardos envenenados... 8^)

Columbine Reloaded

Columbine Reloaded De nuevo una matanza absurda en una escuela en EEUU.

La estupidez no tiene límites, pero raramente es original. Suele repetirse a sí misma, en especial cuando es consecuencia de la marginación. El mundo sigue dando vueltas sin aprender del pasado.

Y como siempre, la factura la pagan los inocentes.

Entre copas

En el fondo yo creo que todo ha sido culpa del mal tiempo.

El domingo fuimos a ver Entre copas. No diré que sea mala. Sosa, aburrida, lenta, sobrevalorada, fea, fallida, interminable... eso sí. En el lenguaje políticamente correcto, al salir de la sala se suele decir aquello de "Bueno, la fotografía era bonita". Pero tampoco. Abuso de la exposición quemada (para simular un tiempo veraniego con mal tiempo) y del difusor. Tiene buenas intenciones, pretende ser una comedia con cierta profundidad... Pero para resumirlo: aburre a las almejas.

Encima la promoción la ha vendido como una típica comedia de desmadre americana, atrayendo a un público de encefalograma plano que se reía sólo con las bromas más simples y groseras (o peor aún, con las escenas que pretendían ser trascendente, tomándolas por cómicas por falta de entendederas). La sala parecía un establo, llena de niñatos rebuznando con las gracias más bobas y previsibles, engullendo palomitas como cerdos, hablando en voz alta durante los diálogos más (pretendidamente) trascendentes...

Como decía, todo fue por culpa es del mal tiempo. Por el mal tiempo este finde apenas he salido con Inma. Por el mal tiempo, sus padres también estaban acantonados en casa, así que no había más remedio que salir. Con el tiempo que hacía, no era como para irse a pasear, así que sólo nos quedaba ir al Larios, cenar algo y luego al cine. No es que estubiera abarrotado, pero todo el mundo que quería salir ayer tomó la misma (única) opción que nosotros. Probablemente las salas con películas de acción para tontos estaba llenas, así que algunos se metieron a ver ésta para echarse unas risas.

Como el frío da hambre, y el género de ganado que nos invadió no conocía modales, la sala era un crepitar de tarugos rumiando palomitas, revolviendo dentro de ruidosas bolsas de plástico y graznando a voces. Por termino medio un pelma de butaca tarda de 35 a 50 minutos en acabar sus palomitas o aburrirse de ellas. Pero claro, si a los 20 minutos de película te entra una manada de adolescentes en plena efervescencia hormonal que llegan tarde, el contador se vuelve a poner a cero. Sé que no tengo un fundamento científico, pero también le voy a echar la culpa de esto al tiempo.

Ya voy acabando. Con el mal tiempo Inma había cogido un catarro, entró pacucha y le dio el bajón (trentayocho con seis de fiebre) en plena película, que fueron dos horas de sopor interminable. Cuando por fin se acabó Inma se mareó al levantarse, la pobre iba temblando y casi la tengo que llevar a cuestas. Y eso que vive casi al lado.

¿Habéis llegado hasta aquí? ¿Queda alguien despierto? Ah, mira, queda uno. Pues, ¿ves como tenía yo razón con lo del tiempo?

Epílogo. Dejé a Inma en camita encomendada a San Ibuprofeno. Me prometió que al día siguiente no iría a trabajar, pero como es una niña responsable, no me hizo caso y fue. Por la tarde le volvió a subir la fiebre, y buscando un taxi se tuvo que volver solita por medio centro con treinta y nueve de fiebre y sin poder tirar de las piernas.

P.D. En fin, una de las pocas ventajas que tiene el mal tiempo es que te puedes desahogar echándole la culpa de todos los demás males...

Bolsillos

Cuando Inma me regaló las entradas para el concierto de Pedro Guerra pensé que se aburriría bastante (y yo un poquito también). Pero es todo un detalle que mi novia me invite a un concierto de uno de mis cantautores favoritos para darme el gusto.

La escenografía no podía ser más minimalista: el suelo desnudo del escenario del Cervantes, una mesa con un botellín de agua, una luz, una silla alta, un atril, un micrófono y la guitarra apoyada en un pie. Pedro salió y empezó a cantar sin siquiera decir un "hola".

"Este chico es tan tímido que no se va a dirigir al público en todo el concierto". Pues no, resulta que es un comunicador muy completito. Sus canciones te pueden gustar mucho, pero desde luego mucho ritmo no es que tengan. Así que para que no se haga monótono, explica al principio de cada canción el motivo, el por qué y de dónde.

Pero no te larga un rollo estilo "Bien, me alegra que me haga esa pregunta, que intentaré, en la medida de lo posible, contestar con brevedad". No, resulta que te hace unos monólogos mitad improvisados, con mucho sentido del humor, algo de ironía, y unas gotas de acidez. No le cuesta reirse de sí mismo, y además juega con el público para metérselo en el bolsillo. Como por ejemplo pedir que canten el estribillo a una señal suya, pero que luego prefiere imaginarse que no lo ha pedido él, y así pensar que va a ser espontáneo, que es lo suyo. También aprovecha para hacer algo de bandera de su ideología progre. Que por cierto, comparto.

En fin, un concierto íntimo, unos monólogos divertidos y algo de discursillo progre-sensiblero. Los tres por el precio de uno. (Y encima las entradas baratas, oigas).

Recomendable y recomendado.

Largo domingo de noviazgo

Largo domingo de noviazgo Aunque la vimos ya hace un par de semanas, lo había prometido.

Después de la maravillosa Amelie, había que ir a verla. Sin llegar a la altura de aquélla, es una oportunidad para volver a sumergirse en los paisajes privados de Jean-Pierre Jeunet, y perderse en la mirada de Audrey Tatou, que sigue asomando dos océanos tras sus ojos, y esa media sonrisa infalible capaz de iluminarlos.

No es una obra maestra, pero al menos resulta más interesante que (casi) cualquier producto comercial americano de la cartelera.