La vieja casa abandonada
Juguemos a un juego que yo me sé.
Recuerda cuando eras un niño. Alguna tarde aburrida cualquiera, dando un paseo con los amigos, sin nada que hacer. Vagáis por algún solar de los alrededores, buscando alguna aventura con la que auyentar el tedio. No os apetece jugar al fútbol, ni a ninguno de los juegos habituales.
Pasáis cerca de una vieja casa deshabitada, o una fábrica abandonada, o tal vez un edificio a medio constuir. Alguno de los amigos -o tal vez tú mismo- propone entrar. Tenéis miedo, pero nadie demostrarlo echándose a atrás. Además, la curiosidad es poderosa, y gracias a la excitación del subidón de adrenalina el aburrimiento ha sido desterrado por esa tarde.
La primera dificultad obvia -la de entrar-, queda pronto despejada al descubrir que la verja se abre con sólo empujarla, o que hay un hueco al otro lado de la valla por el que colarse fácilmente.
¿Entras?
Hay adultos que siguen conservando algo de la magia de la infancia. ¿Qué son las aficiones, sino pequeños permisos de libertad para divertirnos como niños? Aquí tienes una oportunidad de vivirlo sin riesgo de que te pillen, ni de perderte, ni de caerte por algún agujero o quedarte atrapado. Sin tener que aguantar malos olores, ni bichos, ni lluvia, ni frío. Sin mancharte la ropa. Y sin moverte del sillón de casa.
abandoned-places.com
¿Nunca te ha fascinado descubrir qué esconden los viejos edificios abandonados? Casas, fábricas, colegios...? ¿Nunca, de niño o adolescente, has vivido una aventura similar?
Anda, deja un comentario y compártelo con el resto del mundo... 8^)
Recuerda cuando eras un niño. Alguna tarde aburrida cualquiera, dando un paseo con los amigos, sin nada que hacer. Vagáis por algún solar de los alrededores, buscando alguna aventura con la que auyentar el tedio. No os apetece jugar al fútbol, ni a ninguno de los juegos habituales.
Pasáis cerca de una vieja casa deshabitada, o una fábrica abandonada, o tal vez un edificio a medio constuir. Alguno de los amigos -o tal vez tú mismo- propone entrar. Tenéis miedo, pero nadie demostrarlo echándose a atrás. Además, la curiosidad es poderosa, y gracias a la excitación del subidón de adrenalina el aburrimiento ha sido desterrado por esa tarde.
La primera dificultad obvia -la de entrar-, queda pronto despejada al descubrir que la verja se abre con sólo empujarla, o que hay un hueco al otro lado de la valla por el que colarse fácilmente.
¿Entras?
Hay adultos que siguen conservando algo de la magia de la infancia. ¿Qué son las aficiones, sino pequeños permisos de libertad para divertirnos como niños? Aquí tienes una oportunidad de vivirlo sin riesgo de que te pillen, ni de perderte, ni de caerte por algún agujero o quedarte atrapado. Sin tener que aguantar malos olores, ni bichos, ni lluvia, ni frío. Sin mancharte la ropa. Y sin moverte del sillón de casa.
abandoned-places.com
¿Nunca te ha fascinado descubrir qué esconden los viejos edificios abandonados? Casas, fábricas, colegios...? ¿Nunca, de niño o adolescente, has vivido una aventura similar?
Anda, deja un comentario y compártelo con el resto del mundo... 8^)
1 comentario
Arthur -