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Haddharamma

Buen viaje, Xscelencia

Buen viaje, Xscelencia Hay un tema del que quería hablar desde hace días (y como siempre acabo haciéndolo con una semana de retraso): la controvertida retirada estatua de Franco.

Se ha armado bastante alboroto con el asunto. La mayoría de la progresía de este país se ha manifestado enérgicamente a favor, y la mayoría del reaccionariado en contra. Pues por una vez estoy de acuerdo con ellos.

Acabada la dictadura España estaba pavimentada de símbolos fascistas. Calles, avenidas, plazas, hospitales, colegios (y en general cualquier cosa susceptible de ser públicamente nombrada) llevaban nombres de personalidades afectas. Había generales, Generalísimos, Juan Antonios, Molas y demás repertorio de bestiario repetido en todas las ciudades y pueblos como ecos del Caralsol.

Era legítimo y obligado hacer una limpieza general a fondo y barrer con toda esa simbología. En muchos casos el cambio fue del negro al blanco: mire, le cambio dos Generalísimos por un Salvador Allende y una Avenida de la Libertad; le quito un Caudillo ecuestre por la Gracia de Dios y de sus Huevos y le pongo un mamarracho Tapies que da risa pero no ofende. Muchas estatuas fueron destronadas. Suena a justicia poética el que el bronce que antes lustraba a villanos se convierta en materia prima para nuevos héroes.

Han pasado 30 años -muy afortunadamente- desde que palmó el dictador. Quedan ya pocos símbolos de toda aquella farsa. ¿Debemos exterminarlos? En mi opinión no: ya son historia, y la historia hay que recordarla. Especialmente la que no nos gusta. Por mucho asco que me dé Franco dirigió la historia de este país durante 40 años. Eso está y debe seguir en los libros para que no se le olvide a nadie (precisamente la ultraderecha sería la mayor interesada en que se olvidara).

También está congelado en alguna estatua aquí o allá. ¿Que es una vergüenza tener una estatua glorificando a un general asesino, y en última instancia hombrecillo mediocre? Pues sí: precisamente para eso deberíamos dejar algunas, para que nos sigan recordando la vergüenza que representan.

Muchos indignados quieren retirar todas sus estatuas. ¿Y qué pasa con los demás símbolos? ¿Vamos a dinamitar el Valle de los Caídos, como los talibanes que volaron los budas milenarios en Afghanistan? ¿Vamos también a reescribir los libros de historia saltándonos esos 40 años, como ocurría en la sociedad Orwelliana de 1984? Todo esto es precisamente lo que la derecha de Franco hizo con los símbolos anteriores. ¿Tiene que rebajarse la democracia al mismo nivel de fanatismo?

Me queda un argumento más. La historia de este país (supongo que la de todos) está rebosante de dictadores, asesinos, incompetentes, abusones, caciques, reyezuelos, ministrillos y demás canallesca. ¿Vamos a quitar también todas las estatuas de todos los impresentables que han tenido relevancia y su rinconcito en el recuerdo en la historia de España?

Pongamos por ejemplo Fernando VII. Fue un inepto, un cobarde, un veleta y un traidor. Se cargó la monarquía en España, se cargó la Constitución de 1812 y de hecho se cargó España. Y encima se la entregó a los gabachos. Machacó los primeros intentos que hizo este país por salir del pozo de oscuridad en que estaba ahogado. No sé si Fernando VII tendrá muchas estatuas, ¿pero por qué no las quitamos también? Más aun: podríamos hacer una caza de brujas con los personajes de la historia. Sería divertido ver al final si se salva uno solo.

La diferencia es que las heridas de la dictadura aún respiran. Es algo que a muchos todavía nos conmueve personalmente. Queda presencia de su legado político (Fragasaurus Lacallesmía; o el mismo PP, refundado sobre AP, fundada desde el franquismo moderado). Queda la memoria de nuestros padres y abuelos. Y quédan tarugos calcificados que no quieren ver y prefieren creerse no se qué historia en versión Walt Disney donde los rojos seguimos siendo los malos (y además nos comemos a los niños, como en Rusia).

Pero Franco y su franquismo son historia, y para que no se nos olvide están, entre otras cosas, dos o tres estatuas, el Valle de los Caídos, alguna calle o avenida. Y por supuesto los libros de historia.

La historia hay que recordarla. Y la de las miserias, aun más.

3 comentarios

Ana+ -

Completamente de acuerdo. No debemos olvidar la historia para intentar no repetirla... aunque no sé yo si va a ser posible. En fin...

Haddhar -

Qué alivio. Ya temía que alguien desarticulara mi argumento clave sosteniendo que no queda ningún monumento de Fernando VII.

O8^)

Epaminondas Pantulis -

Fernando VII tiene, como poco, un Arco de Triunfo en Madrid: la Puerta de Toledo.