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Haddharamma

Día de luto

Día de luto Hoy pensaba publicar una nueva entrada en la bitácora, tras dos semanas sin publicar nada. Pero después de lo que ha ocurrido en Madrid esta mañana, me parecería una frivolidad haber hablado de otra cosa. Dejo hoy mi bitácora cerrada por luto, en solidaridad por las víctimas de la matanza, y también como muestra de mi asco por los asesinos. No hay en toda la naturaleza ejemplos de ningún animal que se comporte con tan tan miserables y bajos instintos.

Y aunque sé que no es el momento, no puedo evitar hacer pública mi reflexión: ¿hasta cuándo vamos a estar jugando a esta guerra de trincheras? Es evidente que los únicos culpables directos de estos asesinatos son los asesinos. Pero del estado de las cosas, de la cruda realidad de confrontación política y social que tenemos en este país, todos somos un poquito responsables. No me interesa tanto la inmensa responsabilidad de los políticos (que es más que evidente, y se les debería caer la cara de vergüenza), sino la de los ciudadanos de a pie. La mía, la tuya y la de cualquier hijo de vecino. ¿Cuál es el trocito de responsabilidad que corresponde a cada uno? ¿Qué es lo que podemos hacer y no estamos haciendo, qué es lo que estamos haciendo mal?

Y como entiendo esta reflexión como individual y hacia uno mismo, la reformularé en sus justos términos: ¿Cuál es mi pequeña porción de responsabilidad? ¿Qué es lo que yo puedo hacer y no estoy haciendo, qué es lo estoy haciendo mal? Tengo mi voz y tengo mi voto. Ojalá pudieran servir de algo. Con mi voto ejerceré mi responsabilidad en democracia. Aunque la opción política en democracia se ha visto reducida a votar con resignación la menos mala de las opciones (y aquí el criterio de cada uno variará, claro), tampoco creo votar a uno u otro partido sirva de mucho para cambiar las cosas. Con mi voz asistiré a las manifestaciones de ciudadanos. Tampoco se me ocurre mucho más que hacer.

Lo único que tengo claro en toda esta miseria es que en todas las confrontaciones, las guerras las hacen los que mandan y las víctimas inocentes las pone el pueblo. De nosotros, los pobrecitos de a pie, depende no seguirles el juego a los poderosos.

1 comentario

Haddhar -

Me contesto a mí mismo escribiendo yo el primer (y con probabilidad solitario) comentario.

Pido disculpas por la precipitación de mi comentario, obviamente fuera de lugar ahora que se ha destapado que los asesinos -por una vez- no han sido de ETA. Aunque sigo pensando igual al respecto de la confrontación social en el País Vasco y sus consecuencias, evidentemente ahora no es el momento.
Bastantes cosas han pasado estos últimos días.